Con el fin del verano, llega el momento de preparar nuestro hogar para el frío con el objetivo de conseguir un máximo confort sin, además, perder dinero con ello. Para hacerlo, desde Domgas Quality nos gustaría darle algunos consejos o pautas sobre cuál es la mejor manera de preparar nuestra calefacción, caldera y radiadores para que funcionen de manera óptima.
  • Comprobar la presión de la caldera. Lo primero que debemos hacer cuando queremos poner en marcha la calefacción es asegurarnos de que el calentador funciona correctamente. Para ello, se pone en marcha al mínimo y se revisa la presión que marca. Lo recomendado es que se sitúe entre 0 y 5 bares, a poder ser a unos 1,5 (siempre es aconsejable mirar las instrucciones de cada fabricante). En caso de que esté más bajo, se tendrá que llenar el circuito con agua mediante una llave de corte situada en la misma    caldera. Una vez hayamos llegado a la presión deseada, cerraremos la válvula.
  • Revisar los radiadores. Después de estar unos meses sin funcionar, puede ser que sufran alguna fuga o estén demasiado sucios. Ante esto último, deberemos limpiarlos por dentro y por fuera. Para saber si hay pérdidas, bastará con fijarnos en las llaves de entrada y en si tienen marcas de agua o de goteo. En función del tipo de fuga, o podremos arreglarlo nosotros mismos apretando las tuercas o tendremos que llamar a un profesional para que lo haga.
  • Activar el “modo invierno”. Muchas calderas cuentan con varias modalidades, entre las que se encuentra la específica para invierno. Si es su caso, deberá indicarlo. En aquellas que no lo tengan, habitualmente cuentan con un botón que simplemente deberemos activar.
  • Purgar los radiadores. Esta es una de las tareas que a priori puede parecer más compleja, pero que una vez se hace ya no supone ningún problema.

Una vez hemos alcanzado cierta temperatura, pondremos la mano en los laterales para comprobar si va todo correctamente. En caso de que la parte del purgador esté más fría que la otra, será necesario actuar. ¿Cómo purgar un radiador? Se coloca un recipiente debajo del tubo y se va aflojando poco a poco el tornillo central hasta que el agua y el aire salgan. Cuando cae un chorro de agua continuo, se cierra nuevamente el purgador.

  • Volver a examinar la presión de la caldera. Ya que se ha perdido agua durante la purga de radiadores, es posible que la presión del dispositivo haya disminuido. Si ha sido así, simplemente deberemos volver a repetir ese paso y estará listo. En caso de que haya subido, con vaciar un poco más de agua de los radiadores será todo.
Una vez hayamos realizado estos pasos, ya podremos poner en marcha de manera habitual la caldera y disfrutar de la calefacción en nuestro hogar. Es imprescindible seguir estas pautas si no queremos contratiempos inesperados que hagan peligrar el buen estado de nuestro sistema.  Si desea asesoramiento personalizado al respecto o tiene algún problema con el circuito que no pueda solucionar personalmente, póngase en contacto con nosotros y nuestro personal cualificado le atenderá.

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